viernes, 7 de septiembre de 2012

¡Hola! Creo que más o menos os está quedando claro de qué va la historia. Así pues, dejó el capítulo 2, tan bueno o incluso más que el primero. ¡Hoy un viejo amigo nuestro dará un aviso de que entrará en escena...!


CAPÍTULO II

LA MANSIÓN DEL IRLANDÉS. 

El comedor, situado inmediatamente a la izquierda de la puerta principal de la mansión y donde se iba a realizar el acto previo a la visita del libro era fastuoso y amplio. Del centro del techo, una lámpara en forma de araña colgaba majestuosamente, mientras que, mediante el uso  de lágrimas de vidrio y fuentes de luz, iluminaba y contribuía a acentuar el ambiente aristócrata del gran salón, en cuyo centro hacía acto de presencia una mesa alargada en forma de óvalo y de madera rústica, con nueve sillas a su alrededor, y que daba un toque hogareño a una sala claramente destinada a eventos especiales.

Uno a uno, cuando todos los invitados esa noche estuvieron reunidos, todos conocidos del multimillonario, se sentaron en las sillas siguiendo el orden pautado por una serie de cartulinas de papel en las que había escrito con mayúsculas el nombre y apellido de los comensales. De derecha a izquierda de la cabeza de mesa que ocuparía Conaill McCarthy, se acomodó un exjugador de baloncesto de la NBA, el afroamericano de más de dos metros de altura Emmanuel Blowe, seguido de una rechoncha pero eminente doctora en historia italiana, Giullietta Giardelli, un agente de la INTERPOL retirado con un parche en el ojo izquierdo que pretendía tapar una larga cicatriz que le atravesaba la cara desde la frente hasta la barbilla, y cuyo nombre, Filomeno Vancete, emulaba sin duda al del policía ficticio Philo Vance, la actriz Yukiko Fujimine (que se había incorporado la última porque estaba en el servicio) en sustitución de Yusaku Kudo, el niño que venía con ella, el inglés experto en aparatos electrónicos Sean Grace y la hija del magnate irlandés.

-          Dígame señor McCarthy – empezó a hablar Filomeno Vancete - ¿No tiene miedo de que algún tipo quiera robarle el libro? Quiero decir que tenerlo en una casa, ¿no es un poco temerario por su parte?

-          Así es, es un poco arriesgado – contestó el corpulento irlandés – pero la sala donde está el Kells está custodiada por  buenas medidas de seguridad.

-          ¿Cuáles? – preguntó Emmanuel Blowe.

-          Bueno, para empezar, hay una cámara de seguridad situada en un punto estratégico que capta, con total nitidez, la estancia entera sin dejar ningún ángulo muerto. Además, todas las imágenes que graba se pueden ver en directo a través de un monitor que tenemos en un cuartito en el piso de arriba. Aparte, el libro, como ya habrán visto todos ustedes en la tarjeta de invitación, se encuentra en el interior de una vitrina cerrada con una llave que solo yo poseo. Ah y se me olvidaba – recordó el millonario al ver la mirada de reproche que le dirigía su hija – la sala está totalmente vacía, a excepción, claro está, del aparador.

-          ¿Y eso qué importancia tiene? – cuestionó el agente de la INTERPOL.

-          Pues que al estar vacía se ve mermado cualquier intento de esconder algo o  alguien – respondió el niño de las gafas.

-          ¿Y usted quién es? – preguntó Niamh McCarthy – el mayordomo ya nos ha comentado que Kudo-san no iba a poder asistir a la presentación, pero no la conocemos a usted.

-          Disculpe si no me he presentado – se dispensó la mujer – me llamo Yukiko Fujimine y vengo en representación de mi marido, Yusaku Kudo. Y este de aquí es mi segundo hijo, Conan.

Tal vez fuera que la noche era demasiado hostil, con aquel viento ensordecedor que golpeaba las ventanas con abundante potencia, pero lo cierto es que cuando la mujer mencionó que era cónyuge de Yusaku, se intensificó la crispación en el ambiente, una atmósfera que, ya de por sí, era tensa. Siguieron charlando, no obstante, durante la velada hasta que el mayordomo, que aunque había estado presente en la mayor parte de la cena se ausentó unos minutos durante el postre, regresó con un evidente ataque de nervios.

-          ¿Qué te pasa, Josué? – le abordó Sean Grace – estás muy pálido y tiemblas de arriba abajo.

Josué Gomes, sin articular ninguna palabra, le entregó una hoja de papel blanca con letras recortadas de distintas revistas enganchadas al caballero inglés que, al leerla, reaccionó igual que el maestresala.

-          “Cuando llegue la medianoche me llevaré el libro de Kells” “Kaito Kid” – leyó.


¿¡Kaito Kid entra en escena!?


Y aquí el capítulo de hoy. Mañana el 3, y... ¿conseguirá Kid su propósito? Lo descubriréis pronto!!!


¡Es el blog de la escritora de esta historia! Aunque allí no publica la historia, ella tiene ahí el blog de cosas de Dc y es fantástica, ella y el blog! Pasaos, está genial. Y lo digo en serio! :D

¡Saludos y mañana MÁS!

PD: ¿Os preguntáis dónde están los capítulos 334, 335 y 336? Bueno, el capítulo 334 habrá que esperar a que www.detectiveconan.es lo saque y el 336 lo mismo, pero creo que nadie fue capaz de grabar el 335 por problemas de la página online, y la poca gente que pudo ver el capítulo, no sabía como grabarlo...