miércoles, 6 de julio de 2011

Capítulo 2: La confesión de Laura

Capítulo 2: La confesión de Laura


      Laura no hablaba. Pude ver cómo estaba nerviosa, pues estaba muy colorada y estaba en un estado hiperactivo. Esperé a ver si iba a hablar durante unos diez minutos, pero ella no decía nada; hasta que llegó un momento en el que quería escapar, pero por suerte la conseguí agarrarle la ropa y conseguí que hablara. Cuando empezó a hablarme de lo que sabía de María, no me enteraba de nada, porque estaba muy nerviosa y le titiritaba la voz mucho, entonces le dije que se tranquilizara, que no pasaba nada. Así pues, comenzó a hablar.
La primera cosa que me dijo fue que ella estuvo con María el día anterior al cambio de su actitud, y que estuvo en su casa comiendo y merendando. Me contó que se lo pasaron muy bien, y que María le acompañó hasta el portal de Laura; pero que durante el camino a casa de Laura, que había notado como alguien la espiaba de forma compulsiva, pero cuando miraba para atrás, que no había nadie mirándolas fijamente.
Después me reveló que María había estado estos últimos días con malas influencias, pero que ésta no se vio afectada, pero que por alguna razón, estuvo con ese tipo de personas.
Yo, le dije de forma lo más tranquila posible, que si ella le había hablado de una persona llamada “Silver Bullet”, y me contestó  que no, que no le había hablado de una persona con ese nombre. En ese momento estaba un poco enfadado, pues no sabíamos quién era “Silver Bullet” y que planes tenía, así que decidí ir a hablar con María directamente para que me aclara algunas cosas. Así pues, me dirigí sólo a ver a María a la parte de adelante del instituto. No fue muy difícil encontrarla, pues sólo tenía que buscar a una persona  que estuviera sola, pues en las fiestas de fin de curso, todos están reunidos en grupos de amigos, etc. Conseguí llevarla a la parte de detrás del instituto y preguntarle directamente quién era esa persona llama “Silver Bullet”, a lo que ella me respondió lo siguiente, “A secret makes a woman, woman”.

Capítulo 1: actitud extraña

Capítulo 1: Actitud extraña


     Estaba sentada. No hablaba, no escribía, no pensaba. Sí, era ella; mi mejor amiga, María. En ese momento estaba más diferente de lo normal, pues siempre hace todo lo contrario; hasta que decidió coger su mochila y salir de la clase cuando la sirena tocó. Yo, sorprendido por su nueva actitud, decidí hablar con ella, pero ella simplemente no me contestaba.
    Pasaron los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas, e incluso los meses, pero ella seguía igual, con su actitud extraña y con una sonrisa aterradora y misteriosa a la vez.
    Al final, llegó fin de curso, ella había aprobado todas con excelentes notas, lo cual era algo extraño, pues ella aprobaba, pero no sacaba tan buenas notas. Incluso ese día, su sonrisa y su actitud seguían siendo la misma. Media hora más tarde, yo y mis amigos Andrés, David, Daniel, Ana, Laura, Noelia, y Guillermo la vimos irse para la parte de atrás del instituto, dónde no había nadie, pues la gente estaba en la parte de adelante bailando, comiendo, bebiendo…, o bien estaba en el concierto de Música que se organiza todos los años en el SUM. Yo y Laura, como sus mejores amigos decidimos ir detrás de ellas para intentar averiguar que le ocurrió durante estos meses de clase. En ese mismo instante, yo me sentía como un detective privado, pues estaba intentando averiguar algo que tenía mucha importancia para mí.            Entonces, fue cuando Laura y yo nos sorprendimos al escuchar que María estaba hablando con una persona. La llamaba “Silver Bullet” a esa persona, lo cual me pareció muy sospechoso, pues eso no era un nombre cualquiera, sino uno en clave. Sólo pudimos oír parte de la conversación, porque después, por alguno extraña razón empezó a hablar más bajo, pero nos acordamos de ese nombre en clave que dijo: “Silver Bullet” y de que dijo que se estaba comportando de forma rara por temas que a nadie le interesaban. Más tarde, vimos como volvía para la aparte de adelante, y no sabíamos como escapar para que no nos viera, pero rápidamente se me ocurrió la idea de esconderme con Laura justamente detrás de un pequeño muro, lo cual era difícil, pues éramos dos, pero por suerte no nos encontró y siguió su recorrido. Para no preocupar a los demás, preferimos no decirles nada de lo ocurrido. Entonces, Laura y yo decidimos irnos al piso más alto del instituto, y nos pusimos en frente del departamento de Lengua Castellana y Literatura, pues en esa zona no había nadie. Entonces, empezamos a hablar. Al principio ninguno de los dos hablaba, pero más tarde, decidí empezar a preguntarle a Laura que si sabía algo de lo que le había pasado a María. Ella estuvo durante un tiempo pensativa, como si escondiera algo en su interior.